Colegio Mayor Valencia – III Torneo Deportivo Intercolegial

«De desconocidos a familia»

Jatevi y Pach nos cuentan en primera persona y “desde dentro” cómo fue el III Torneo Deportivo Intercolegial de Madrid.

Cuando llegas al Colegio Mayor Galileo Galilei de Valencia los primeros días de septiembre te dicen que los desconocidos a los que miras vergonzoso se van a convertir en tu segunda familia. No llegas a entender cómo esa gente, que se dedica a tirar petardos y quemar obras de arte cuando llega el mes de marzo, van a pasar a ser parte fundamental de tu día a día, pero experiencias como la de Madrid te abren los ojos y te demuestran que esas personas se van a convertir en los protagonistas de las risas a las 6 de la mañana tras largas noches de fiesta cuando ningún taxi se para.

El viaje empezó con maleta en mano y algunos minutos de retraso: “Si, si, ¡ya bajamos!”. Y cómo no, entonando nuestro “Galileo Galilei, la fiesta es mi ley” llegamos a Madrid y haciendo caso al lema, fuimos a coger fuerzas haciendo una pequeña ruta turística por los bares madrileños de Malasaña. Lo que pasó horas más tarde durante la noche, quedará entre nosotros y Madrid.

A primera hora de la mañana era complicado levantarse, pero las ganas de ganar y el desayuno que nos asignaron en el hostel (por supuesto nadie cogió nada extra) nos llenó de energía.

A las 10 ya habíamos ganado el primer asalto. La victoria llegó de parte de nuestros chicos de baloncesto, que ya nos hacían pensar a lo grande. Tras canastas sobre la bocina, sets en blanco en pádel, tandas de penaltis y unos sorprendentes trallazos de nuestros chicos del vóley nos plantamos invictos en todas las fases eliminatorias.

Era hora de comer, no para todos, si no que se lo pregunten a los chicos del vóley…

Tras ese pequeño descanso llegaba la parte más difícil, empezaba lo serio.

Estábamos en la fase de eliminación y ahí hicimos lo que mejor se nos da, disfrutar y ganar, hasta que llegó el momento. Finalmente, un equipo cayó en cuartos y tres en semifinales. Seguíamos vivos en pádel, en ambas categorías. Nos llevamos un primer y segundo puesto muy merecidos en una disciplina en la que no habíamos participado hasta esta edición. Después de que Pacheco se hiciera embajador oficial de Cabify y de arreglarnos todos, nos tocaba ir a la gala de entrega de trofeos, y digo “nos tocaba” ya que la gente estaba pensando más en otro tipo de copas… Recogimos el trofeo y fuimos a celebrarlo como merecía. Solo diré que parte de nuestros deportistas corrieron más esa noche delante de la estampida de jóvenes madrileños ahuyentados por la policía que durante algunos partidos. Los detalles quedarán, una vez más, en las calles de la capital.

Día de regreso y no por ello día triste. Nos despertamos (casi todos) y volvimos a coger prestado parte del desayuno ya que en nuestro hostel pretendían que desayunáramos un vaso de leche y una tostada y obviamente no podíamos cambiar las buenas costumbres adquiridas en el Colegio Mayor Galileo Galilei, donde gente como Inma nos prepara croissants, magdalenas, napolitanas y un largo etcétera. Por lo tanto seguimos nuestra dieta y desayunamos a lo grande, eso sí, muy rápido ya que el autobús se iba.

Al parecer el tour de Francia pasó ese día por Madrid, lo que supuso al conductor un retraso de 45 minutos, pero ¡qué bien nos vinieron! Aparecieron frases célebres como el “vulem votar” de nuestro decano o “el dinero a mí me llueve” para hacer más amena la espera.

Por fin subimos al autobús aunque una vez dentro parecía que Morfeo había pasado por allí, no se escuchó a nadie hasta la llegada al Colegio Mayor Galileo Galilei de Valencia; como Ciudadanos ejemplares.

En definitiva, fue una experiencia fantástica, en compañía de colegiales mayores de toda España y que volveremos a disfrutar el año que viene.

¡Gracias a toda la familia Galilea por hacer esto posible!

By Jatevi y Pach